jueves, junio 29, 2006

hechizo

De greda y fuego
Estoy hecha

( recipiente-quebrado
Leche-derramada
fuimos)

Vuelve Tiempo Atrás

Previa al estallido
Antes de la sed

Antes

domingo, junio 25, 2006

No soy quién

A veces, la inspiración me sujeta los dedos, impulsándome a correr tras un delirio de letras y frases que se suceden sin respiro. En breve, casi sin aviso previo, el impulso disminuye, el borbotón mengua, el teclear frenético se acompasa. Todo sucede en un espacio atemporal, que me impide medir de manera científica el ritmo y el tiempo que invierto en el proceso. Mi cabeza se sacude, mis piernas se doblan, mi cuerpo se contorsiona. Para cuando me descubro examinando el esmalte de mis uñas, la realidad de la pantalla ha retornado a mí: pero ya he cesado de escribir. ¿Cuántos minutos, segundos, pedazos de hora? ¿Qué ha sucedido? Muchas de las veces, decido eliminar, olvidar, lo expresado. No las suficientes. Vuelvo a ello, ojos cerrados y manotazos de ciega, e insisto, a pesar mío. Ella es más fuerte. Esa impotencia mía, esa obcecada inclinación a obedecerla, me hunden. Y no soy quién para separar esa parte de mí misma.

jueves, junio 22, 2006

Traición al cangrejo


No fue asunto de seguir sus pasos en la playa, mientras esquivaba trozos enteros de materia. Eso lo hice. Tampoco fue cuestión de acompañarle sobre las duras baldosas de la realidad, esto también lo hice. Lo enrevesado fue cuando desapareció y perdí su rastro. Desesperada, tras esperar un rato decidí alejarme. Ahora, que me encontró, ¿cómo hacerle entender que no quise abandonarle? Nos carcome la duda...

sábado, junio 17, 2006

Lejos de la sed

Altiva
detrás de los adornos
Te miro

(mis ojos apenas espejo de tus ojos)

Húmeda de raíz
tensa de recodos
Te espero

Lejos de la sed, nuestro lecho brilla.

miércoles, junio 14, 2006

La vida no es, si no se la alumbra

Cuerpo de sombra
ojos que absorben calles
ruido de fondo
Letras

Sólo eso me resta ser
tu cuerpo lejos de mi luz
(mi fuego sujeto a tus incendios)

Hoy no estoy viva

sábado, junio 10, 2006

el recuerdo de tu entrega

Madre, una luna entera estuve acompañada, pegada noche y día a un joven admirable. Y aún así, los años que te llevo me impidieron admirarlo sin reservas. Otra vez no me he dejado ir, madre, otra vez estuve a punto, y me detuve. Como tú buscabas a tu padre en el mío, me descubrí hallando trozos en él en cada gesto. A pedazos, insistente, el recuerdo de tu entrega coartó la mía. Y eso es todo. Ayer, colgados los dos, llorando de gozo, no atinamos a murmurar una sola frase de querencia. Me vi, incapaz de articular mi sentimiento. Impronunciado, madre, este desaparecerá, alejándose con él, tu pasado en mi, rechazando ese futuro.