jueves, agosto 07, 2025

Presentación de Diarios de un Kabutomushi en Bolivia en la FIL Santa Cruz 2025

 

por Maria José Parejas

 Diarios de un Kabutomushi en Bolivia”. El título puede parecer extraño, ¿no? Pero a lo largo de esta entretenida novela infantil, uno se va acostumbrando a esas palabras que suenan raras o difíciles y que, en realidad, no son otra cosa que términos en japonés.

Kabutomushi”, por ejemplo, significa “insecto con cabeza de casco”. Así, desde el título, Mariana Ruiz nos invita no solo a conocer una historia sobre la migración japonesa en Bolivia (relatada a través de divertidos insectos como protagonistas), sino también a sumergirnos en una hermosa fusión cultural, donde descubrimos palabras, festividades, costumbres y sentires.

No quiero hacer “spoiler”, pero voy a contar un poquito de qué se trata esta novela corta con la intensión de animarlos a leerla, y a compartirla con sus amigos, sus hijos y sus estudiantes, pues veo que acá hay varios maestros, que seguramente saben que los libros, como los sueños, crecen cuando se comparten.

“Diarios de un Kabutomushi en Bolivia” es la continuación de la novela “Aventuras de un escarabajo en Japón”, publicada por Mariana Ruiz en el 2017; hace ya ocho años.

Antes de hablar sobre la nueva novela, permítanme recordarles la trama de este primer libro: Aquí, Mariana nos cuenta la historia de Rompefocos, “Rompe” para los amigos, un pequeño escarabajo rinoceronte que es llevado ilegalmente desde los Yungas, en Bolivia, hasta Japón. Allá, en tierras lejanas, se convierte en parte de una academia de artes marciales, donde aprende sobre el trabajo en equipo, la concentración, el equilibrio entre cuerpo y alma… y también encuentra el amor: conoce a Abril, su compañera de vida.

Un día, tras una intensa competencia de peleas entre academias, un científico entomólogo alerta sobre la amenaza de extinción que enfrentan los escarabajos rinocerontes en Bolivia. Entonces, Rompefocos y Abril deciden fugarse y volver a sus raíces para repoblar las tierras yungeñas.

Esta obra destaca una actividad poco conocida en nuestro medio, que es la caza indiscriminada de una especie endémica. Los escarabajos rinoceronte son atrapados y llevados al Japón para realizar esta curiosa práctica de lucha entre machos. En algunos lugares de Japón se organizan peleas clandestinas en las que se apuestan altas sumas de dinero y en las que los escarabajos se hacen daño entre sí con sus cuernos. Bolivia es una fuente de abastecimiento para esta práctica y es importante que niños (y grandes) estemos al tanto de este problema.

Además de esta denuncia magistralmente realizada en forma literaria, con esta novela, Mariana nos revela dos de sus grandes pasiones:

1. Los animales —en este caso los insectos—, un mundo que conoce de cerca desde niña, cuando soñaba con ser bióloga. De ahí que en todos sus libros aparecen criaturas aladas, peludas o acorazadas, muchas de ellas en peligro de extinción en nuestro país.

2. Las artes marciales, Mariana practica Aikido desde hace años, y ha querido llevar esta filosofía de vida a sus relatos.

Estas dos pasiones (los animales y las artes marciales) también son centrales en “Diarios de un Kabutomushi en Bolivia”. Y aquí, Rompe también vuelve a ser el protagonista.

Les contaré un poquito de qué se trata este nuevo libro. A través de un portal mágico, Rompe vuela hacia el pasado y aterriza en Riberalta, en el Beni, justo en la época en que llegaron los primeros migrantes japoneses (humanos y escarabajos). Allí conoce a los antepasados de Abril, quienes vivían en armonía con los cepes: esas grandes hormigas que tenemos acá en el Oriente boliviano.

En esta historia, los escarabajos —que dedicaban parte de sus días al arte marcial— libran una batalla contra las avispas. Y en medio del conflicto, Rompe descubre cómo los cepes se hermanan con los recién llegados y los protegen. Es la magia de la migración: los que ya están tienden la mano, y los que llegan aportan su historia, su cultura, su fuerza. Un mensaje que resuena con profunda belleza en este país nuestro, tan querido y tan dolido.

Además de esta historia que acabo de resumir, la trama se intercala con capítulos escritos en cursiva que pertenecen al diario de Kitaro, uno de los primeros escarabajos japoneses en llegar a Riberalta. Él es el tatarabuelo de Abril, y a través de sus páginas conocemos su travesía migratoria y además su despertar espiritual, gracias a las artes marciales. Aquí la escritora nos enseña a resignificar el arte de defenderse: no como violencia, sino como un acto de cuidado, de protección al otro: un acto de amor.

Asimismo, hay otros tantos valores que transmite esta novela, que quiero destacar:

· La amistad, representada por Kentaro —un escarabajo artista, goloso y alegre que toca el tambor— y Reiko, una escarabaja valiente y experta en artes marciales.

· La conexión con la naturaleza: que siempre aparece en los libros de Mariana, esta vez a través de los paisajes de los Yungas y de Riberalta, dos regiones llenas de vida, de sonidos, de colores. Mariana describe con precisión la fauna, a los animales de la historia, con íntimos detalles como el desarrollo de los escarabajos o la fuerza mandibular de los cepes, por ejemplo.

· Y, por último, lo más destacable a mi parecer: el tema de la migración, que atraviesa todo el relato, incluso desde la dedicatoria, en la que se lee: “Recordando a los migrantes japoneses que el 2024 celebraron 125 años de su arribo a nuestro país”.

Finalmente, además de la hermosa historia, quiero destacar las bellísimas ilustraciones de Salvador Pomar, que le dan alma visual a la novela. También se agradece el glosario, la ficha didáctica y sobre todo el epílogo histórico, que recuerda cómo los riberalteños protegieron a los migrantes cuando, durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno boliviano ordenó su traslado a Estados Unidos. Así, la metáfora de la hermandad entre cepes y escarabajos es, simplemente, conmovedora

Por todos estos detalles, celebro el nacimiento de esta novela. Le he dicho muchas veces a Mariana —a quien conozco desde siempre en su faceta literaria— que mi libro favorito de su autoría es “Aventuras de un escarabajo en Japón”, y claro esta su segunda parte también. No solo por lo divertida que es, sino porque me toca profundamente. Cuando era niña viví un año en Japón, porque mi padre obtuvo una beca para estudiar, precisamente, la migración japonesa en Bolivia. Así que tener hoy, tantos años después, un libro para niños que hable de este tema, me emociona enormemente. Creo que no hay otro cuento infantil, en Bolivia, que aborde esta temática.

Por eso, celebro el acierto de la editorial La Hoguera, y festejo, con gratitud y admiración, el trabajo de Mariana Ruiz. Una autora que, en cada página, transmite el amor por su país. Un amor que es necesario rescatar, sobre todo en los tiempos que vivimos.

 

¡Gracias, querida Mariana, y que las aventuras de Rompe sigan volando!

jueves, mayo 24, 2018

Programa en la FIL Santa Cruz 2018

No solamente acaba de salir este precioso libro con ilustraciones de César Carrizo, sino que también tendré la oprtunidad de encontrarme con estudiantes de distintas unidades educativas el Viernes 1 de Junio a las 3:00 PM.


sábado, mayo 06, 2017

Antología de Literatura Infantil y Juvenil de Bolivia


Muy feliz de ser parte de la Antología de Literatura Infantil y Juvenil de Bolivia, parte de la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia. "Uma y el tren a las estrellas", además, ilustra la portada de la edición de 35.0000 ejemplares que sacó el GAMLP. ¡Orgullosa y agradecida!!

miércoles, abril 05, 2017