sábado, noviembre 07, 2009

tan de cerquita

La veo pasar de reojo, atisbándola, por la periferia, como la sombra de un gato que al pasar está ya en otra parte, a pesar de haber estado antes, aquí, tan cerquita.

Su paso fugaz resume toda su manera de estar en el mundo: sé que está aquí, disimulo haberla visto, (me comporto exactamente como lo haría ante un duende o un fantasma tímido), me hago ciega-sorda-muda a todos los atisbos de su posible presencia. Sino, se irá. La inspiración. Tan fugazmente como había llegado.

domingo, septiembre 06, 2009

Nota en RADAR


Gracias a Nico, publicamos un artículo sobre la Súper Cholita en Radar de Página 12, este domingo :D
Aquí el link

miércoles, septiembre 02, 2009

Des-enlace

Como buena novelista, te miro y te sueño, cambiando tu destino

Quisiera cortarte en dos, chuparte el azúcar, devorarte todo, deglutirte

Sacar de eso el hueso limpio de la historia, del futuro.

Arrancarte, como a pétalos, tus posibles universos

Verte finalizar, apenas con orgullo

Desentramarte de una vez por todas

--Furibunda--

(Tu futuro no es mío)

miércoles, agosto 12, 2009

Presentación Uma Feria del Libro de la Paz


Wilmer Urrelo, aunque no pudo venir, presentó este texto para la presentación. Agradezco a Verónica Saunero-Ward y a La Hoguera por el apoyo.
(y a la Lola por las flores, she is a Queen)

Inteligencia infantil

Si hay algo que me enoja profundamente son las siguiente frases: «son niñerías tuyas» o bien «es una reacción infantil». Quienes las usan, con frecuencia, creen que lo hacen para insultar a otra persona. Decirle infantil o niño o niña es una forma de rebajarlos. Pero cuán equivocados están, pues no hay seres más inteligentes que los niños y niñas (y los perros) en este horrible mundo. Es por eso que, cada vez que veo algún libro de un autor o autora de la catalogada como «literatura infantil», así entre comillas, pienso en el doble trabajo que deben para que las historias que cuentan sean creíbles. Nosotros los grandes a veces nos tragamos cualquier historia, pero no así los más pequeños.

Uma y el Círculo mágico es una historia que, imagino, muchos de los acá presentes quisieron vivir alguna vez. ¿No les pasa que cuando viajan vía terrestre imaginan lo que puede ocurrir fuera, en le paisaje que están viendo? Uma, al ser el ayudante de un chofer, tiene la suerte de poder ir de acá para allá, de conocer los caminos, de grabar en su mente los cambios de vegetación y, también, las historias que circulan por ahí… y claro, cómo no, de sufrir una marca indeleble de la identidad boliviana: los bloqueos.

Uma y su jefe están ahí sin poder hacer nada, imagen televisiva: los camiones y las flotas uno detrás de otro. El mandamás lo manda a hacer algo y ahí comienza la historia. El niño de este libro se topa con una puerta y ¡zas! de pronto ya está en otro mundo. El mundo de el Círculo mágico. En ese extraño viaje conocerá, entre otros, a la abuela oveja, a la magnífica hermana Muerte y a la aburrida hermana Vida y también, por qué no decirlo, a la temible naturaleza. Con tanto cambio climático, sinceramente, empiezo ya a temerle. No están lejos los días en que ésta cobrará venganza por todo lo que nuestra pobre especie le está haciendo. Sin embargo, mientras tanto, la víctima de aquélla serán los sempiternos choferes de nuestras rutas. Ojo: Uma es no uno de ellos, sí, es aún un ayudante, pero está dentro del gremio y la sangre llama a la sangre, y hará todo lo posible para que eso no ocurra. No les cuento lo demás porque sino le quito emoción al libro, aunque lo cierto es que nuestro protagonista deberá enfrentar varias pruebas para poder salir de ese extraño Círculo y así alertar a sus colegas de que se viene la hecatombe. Chiste: más de un barita y una cebra estaría feliz de que gane la naturaleza. Pero ese es otro tema. Lo cierto es que este libro cumple con una máxima que debe exigirse a todo relato de ficción: es creíble y no solo lo digo yo, sino mi pequeña sobrina a quien se lo leí en voz alta en vez de ver Willa y los animales. Ahí estaban las preguntas de ella: a) ¿por qué el cerro es malo?, b) ¿por qué el río quiere hacerles daño?, c) ¿por qué Uma es tan inteligente? Y ahí la respuesta: porque los niños y niñas son inteligentes, mija, los brutos somos los grandes.

Gracias y buenas noches,

Wilmer.

jueves, julio 30, 2009

PRELUDIO DE LA PRIMAVERA


PRELUDIO DE LA PRIMAVERA 2
Originally uploaded by Fonfría
Voy sintiendo la tibieza del aire después de la nevada, me sorprende su tersura, su capacidad dulcificadora. Todo es mejor cuando la primavera se aproxima.

Aunque aún faltan 8 semanas para que ella se geste del todo, ya la estamos adivinando...

Y mientras, La Feria del Libro de La Paz.

5 de agosto, fecha de inauguración oficial

11 de agosto, Wilmer Urrelo y mariana Ruiz, presentamos "Uma y el círculo mágico" 20:00pm Salón del Bicentenario

Eso, vengan, deseen, también, la primavera.

martes, junio 23, 2009

Cambio climático


Héctor Hernández hace la primera reseña de "Cambio Climático". Via Ecdótica. A mi me hubiese gustado más que se llame "Calentura Global". De todos modos, !qué constelación de autores!

miércoles, junio 17, 2009

Para que no me digan que me olvido

El viernes que viene tendrá lugar la presentación de la antología de poesía joven "Cambio Climático". Algunos poemas míos -que nacieron en este blog- figuran ahí, quedan todos cordialmente invitados.

Poesía CAMBIO CLIMÁTICO
Antología de la joven poesía boliviana


Organizador(a): Espacio Simón I. Patiño
Tipo: Música/Arte - Recital
Red: Global
Hora de inicio: el viernes, 26 de junio de 2009 a las 19:00
Hora de finalización: el Sábado, 27 de junio de 2009 a las 6:00
Lugar: Espacio Simón I. Patiño
Calle: Av. Ecuador esq. Belisario Salinas, Edif. Guayaquil
Ciudad/Pueblo: La Paz, Bolivia
Teléfono: 70111852
Dirección de correo electrónico: jessica.freudenthal@gmail.


martes, mayo 19, 2009

Pre diseño de tapa



Esta es la tapa sin los logos de la Hoguera.

Gentileza de mi ilustrador Pablo Deheza,

que también hizo la tapa de mi anterior libro,

!gracias niño!

sábado, mayo 16, 2009

Y vamos 4


Happy birthday Dana ♥
Originally uploaded by R.T.J
Como instrumento de difusión, este blog viene siendo muy útil, a pesar de que su servidora no avisa cosas cuando debería. (Por ejemplo, hubo una entrevista sobre Cómics en Salamandra el domingo, y no avisé, tampoco pude ver nada colgado de youtube como para avisar...)

Igual, me alegra celebrar su cuarto cumpleaños con la noticia de que presentamos un libro infantil en la X Feria Del libro en Santa cruz de la Sierra.

Uma y el círculo mágico, se presentará en el stand de la Hoguera, el día sábado 30 de Mayo, a las 20hrs.

Quedan todos cordialmente invitados.

lunes, mayo 04, 2009

Dimensiones de la memoria

No puedo decir en qué momento perdiste tu huella en este mundo. No han pasado veinte años, sino nueve. No has rozado la década, y aún así ya te veo deslizarte, irremisiblemente, detrás de la memoria.

No mi memoria, que es larga, ni la de quienes llenaron su existencia con parte de la tuya: tu mujer, tus hijos, tus amantes. Acaso, todavía, te recuerda alguien vivamente, acaso sabes a quiénes acudir, dónde brillar con tus ausencias.

Igual, hoy he sentido un vacío. Un hueco donde antes estaba el firme estar de tu recuerdo. Debo haber cambiado. Al no ser la misma que ayer te recordaba, al llenarse mi vida con otras existencias, mi memoria ha cambiado conmigo.

No te he olvidado, sigues allí y seguirás, quizá, en veinte años. Es que cada vez te siento más lejos de esta tierra, y no he podido atraparte con los lazos esperados.

¿Qué pasará en un año? ¿Seguirás ahí, cerca del parral, alimentando a las gallinas? ¿Podré oir tu sonrisa, escuchar cómo me enseñabas a encontrar, ojos cerrados, los caminos de la casa?

¿Dónde habré de hallarte? Mis recuerdos se almacenan solos, apilándose, y no sé cómo escogen retener el polvo, o defenderse de las inundaciones.

¿Dónde buscarte, ahora que he cambiado? La memoria no se pierde con los años, se intensifica o se diluye, se expande y se contrae, y estando en ella estás, existes.

Sólo espero no desencontrarte.

domingo, marzo 01, 2009

Un cuento sobre los ancestros

Para la Flaca

 

Contra toda evidencia siempre he creído que hubo más gente antes de la que hay ahora, más incluso de la que habrá en el futuro. Hay una prueba simple que lo demuestra, y tiene que ver con cuán atrás podemos ir con nuestra memoria ¿Eres tú capaz de recordar de dónde venimos, de quiénes? ¿Puedes acaso recordar a todos?

 

Hay muchos misterios en la vida de la gente. Llegamos hasta ellos como a través de una pared vidriada, de las que no permiten adivinar más allá. Los orgasmos de los demás -es un ejemplo- son para nosotros sospechas, pedacitos de ignorancia. ¿Qué imágenes pasan por la cabeza de otro, cuando tiene un orgasmo? ¿Tienen orgasmos, los otros? ¿Son esos orgasmos como recuerdos, o como ventanas? ¿Otorgan algo, llevan, por ahí, a alguna parte? ¿Tuvieron orgasmos, sus padres? ¿Y sus abuelos? Quizá, si supiéramos cómo eran esos orgasmos, sabríamos qué clases de personas eran los antepasados de nuestros amigos, de nuestros familiares, ¡de nuestros padres! Es una injusticia que algo que nos pueda decir tanto de los otros sea precisamente un secreto bien guardado.

 

Para que veas que soy sincera, y llegues a conocerme, voy a contarte una de mis experiencias de orgasmo. Empieza así “me vine”, y termina con una imagen, una ventana, donde en fila, hilera tras hilera, me ovacionaban una serie de empanaditas de carne argentinas, todas disfrazadas de gaucho, con sombrero, bigotes y pañoleta. Fue un orgasmo conmovedor, para nada solemne, y no tuvo nada que ver con las chispas de colores o los campos de flores de los que hablan tanto.

 

Ahora que sabes algo de mí voy a explicarte, ya con algo de confianza, mi idea de los padres: Todos saben que mis padres, a su vez, tuvieron padres. No hay otra forma de llegar aquí, a la tierra. Eso significa que yo tuve, por supuesto, dos abuelos y dos abuelas, y ellos, a su vez, tuvieron padres: mis cuatro bisabuelos y mis cuatro bisabuelas. Y antes están, claro, mis ocho tatarabuelos y mis ocho tatarabuelas. Como la hilera de empanadas con bigote, mis antepasados son un ejército, una hilera de personas que crece y se estrecha hacia el pasado, cubriendo todo el horizonte. Y como a sus orgasmos, cada uno guarda sus secretos. Nunca sabré con exactitud quiénes fueron, qué guardaban y qué me heredaron mis ancestros. Sólo puedo sentir agradecimiento hacia esos desconocidos. Si miro hacia atrás, a este mar de gente, me siento cómplice de algo que todos en mi línea generacional comparten, de algo que todos sabemos, sospechamos y sentimos. Cada una de mis células se siente cómplice.

 

Y cuando uno de mis ancestros muere, siento que va a unirse a los demás, a rasgar ese misterio. Los aymaras dicen que todos los muertos viven en una ciudad, en el fondo del mar, al oeste, y que de allí vienen a visitarnos, una vez al año. En esa ciudad –donde hay más gente de la que habrá en el futuro, siempre- está mi casa. Una casa donde se alojan todos los que vinieron antes de nosotros, todos los que tienen una molécula que ver con mi increíble y azarosa existencia. Me da un poco de miedo pensar en la aglomeración, pero vamos, estamos en familia.  Allí las veladas son largas, llenas de reconocimientos, historias, y de aquello opuesto a las ausencias. Bajo la parra hay pues algo más que reencuentros, hay y existe una energía creadora que se estrecha hacia atrás y llega a rozarnos a nosotros, los que aún no hemos llegado. 

 

Yo sigo aquí, en la vida, todavía me he de quedar un poco más. Pero estoy convencida de que hay más gente atrás de la que habrá nunca en el futuro, y que a ellos me uniré –a compartir y a averiguar secretos, a callarlos y a repetirlos, en familia- allá cuando me vaya.

 

Tarija, 26 de febrero 2009