"Dale, dale, echale una miradita, hace semanas que no nos asomamos".
Ella siempre es tan impaciente. Y es mentira que no nos fijamos hace semanas, a lo sumo serán ocho días, que pasan largos y cortos según el sol y los acontecimientos.
"Yo que tú no me preocuparía"le digo, "seguro está ahí y sigue idéntico".
"Eso dices siempre", me contesta, y ya sé que me va a reclamar por la avería, de nuevo.
"Si tú no hubieras blah blah blah"... ya lo veo venir
Cansado, le digo que bueno, y me voy por encima de la tapia, a fijarme.
En la casa de al lado se distingue una cabeza, el rostro está bañado de luz, pero eso no me asegura nada. Me pongo de puntas sobre la lavandería, teniendo cuidado de no molestar al perro que duerme al otro lado. No quiero otro escándalo con los vecinos.
Ah, ahí está, naranja y familiar, en el blanco centro letras redondas de colores gratos: verde, azul, rojo y amarillo.
Aliviado, entro de nuevo a la casa y le contesto antes de que me coma con los ojos.
"Ves?, te dije, el internet sigue ahí".
Ojalá hoy pueda recoger a la maldita computadora.
2 comentarios:
ojalá no se vaya. atte,
un adicto.
jeje divertido el anónimo
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