Si
te dijera que la nueva novela de Giovanna Rivero es ciencia ficción, y de la
buena, de la Universal con mayúscula, no sé si me creerías. Tiene todos los
ingredientes para ser lo que es: naufragios, espacios siderales, viajes en el
tiempo y seres que no terminan de ser sólo seres humanos. Sin embargo, es mucho
más que eso.
Es
además, una perla rara en el horizonte de la literatura boliviana, un paladear
de la lengua, un homenaje al lenguaje. Me gusta mucho la metáfora del helado,
porque leer esta breve novela juvenil es como sentarse en el parque, tomar
helado y ponerse a pensar, perderse en la experiencia sensorial. Helena
2022: La vera crónica de un naufragio en el tiempo. Así se llama este
particular sabor de helado, este goce novelístico. Andrea Jeftanovic ya contóla trama en su noble presentación de la novela y de la autora, léanla siquieren saber de qué se trata. Sin embargo, hay cosas que dejó fuera de la
reseña, y que está bien, porque no se puede describirlo todo. No se puede
describir porqué es una novela perfectamente juvenil, que roza temas como la
sexualidad, las drogas y los padres, en sus dimensiones ajenas, aterradoras; ni
explicar exactamente dónde es que surge en nosotros una transmisión real de experiencias
disfrazas de aventura y ciberespacio. No se sabe, pero así es, y por eso este
trabajo es fundamental, algo que yo recomendaría en todos los colegios, para
todos los lectores que buscan un desafío en la lectura.
Agradezco
a la autora por este nuevo libro, este nuevo sabor, esta nueva experiencia.
Puedo diferir respecto al final, pero tal vez es mi percepción. Tuvo sabor a
poco, y también, tuvo sabor a distopía, a mundo sin esperanza, a esperanza sin
retorno. Tal vez por la lúcida y sabia decisión de hacer llegar a este náufrago
espacio/temporales a una de las épocas más oscuras de la Humanidad; tal vez
porque deja vislumbrar que poco o nada ha cambiado en nuestro cuasi presente,
si quienes deben impulsar el cambio no se sienten merecedores de la esperanza. El
libro termina con esperanza, sí, pero hay mucho de ácido y de amargo antes de
llegar al dulce final. Tal vez porque este helado cibernético tiene un poco de
ácido, un poco de alcohol y una pizca de punk mezclado entre los ingredientes,
(no por lo desafiantes, menos agradables) no sea apto al paladar de todos. No
importa. Hoy he descubierto algo nuevo, y quiero gritarles a todos: pasen y
lean. Degusten. No se pierdan esta experiencia.
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