miércoles, junio 27, 2007

la bendita q fue

Hay momentos donde el contento es una experiencia física: el cuerpo puede doler o estar adormilado, los ojos pueden estar distraídos, la mirada vagante entre las cosas que conforman el escenario de todos los días. Igual, una, profundamente, se da cuenta de su alegría.

Siempre es un descubrimiento: una súbita sensación de pertenencia, de estar enamorada con el lugar y las circunstancias. En ese vital segundo, nada importa: ni el día de trabajo, ni las horas largas, ni el frío de las noches. Una camina como duerme: plácida, con la tentación entre los párpados, como una santa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pues si para poder racionalizar el placer es mejor identificarlo. saber con presicion en que partes del cuerpo se manifiesta el goze. si se puede simbolisarlo mejor. por ejemplo la sensacion del amor yo las sinbolizo como "libelulas del fauno" que vuelan y se estrellan en un universo celeste. jajajajajaj.
lindo escrito. comentare mas a menudo. disculpa mi hortografia. me cago en ella.
un beso en tus lentes
neurotico azul.