Lo que podría muy bien ser una referencia torcida hacia Fresán y su visión re-torcida de las cosas. Pero no.
Estoy de vacaciones, en el único lugar que conozco donde cada hora parece durar lo real y justo, 80 minutos.
(Y resulta que he llegado a una serie de interesantes conclusiones, que quizá martín zelaya se anime a publicar).
En las calles hay rosas pascuas y a mi lado, en el mejor cyber del pueblo, una parejita con lentes se come a besos mientras aprende a jugar La batalla de Elder, o algo así con mayúsculas.
6 comentarios:
Quiero volver a Tarija... como... ya! jajaj extraño esa ciudad que me engatusó con cosas tan simples y hasta ahora me suelta :S.
Suerte =)
Tarija ... chura tierra que aún no tengo el gusto de conocer, tarea pendiente.
Saludos Mariana, que lindo libro escribiste =) felicidades por aquello.
linda no? saludos chicos q gusto tenerlos por aqui, ya se está desempolvando el blog, erick me alegra que te haya gustado!
desconfìa de las parejitas besàndose: pueden ser cogoteros. te lo digo por proia experiencia.
desconfìa de las parejitas besàndose: pueden ser cogoteros. te lo digo por proia experiencia.
Hola Mariana! Ya estás en Mroja. En Marea Roja sos Marea y Cielo. Todo coincide jaja. Cosas que pasan! Mucha suerte y gracias.
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