Confesar que amas puede llegar a ser del todo punto imposible. Ni se puede, ni te dejan.
Hay risitas nerviosas y ganas de mirar y no mirar, ganas de enterrarse colectivas,si tú, en el recreo por ejemplo, vas y te animas al chico que te gusta.
Generalmente, lo que te traiciona es el estómago. Y con él el coraje. Por eso hay tantas cartas de amor, de admiradoras secretas.
Como la que hoy día saltó la tapia, para caer cerca de mi alumnito de pintura, con flores pegadas con scotch y su nombre en un corazón, de parte de la misteriosa y joven vecina secreta.
8 comentarios:
ojalá alguien hubiese hecho lo mismo por mi.
Hoy me acordé de todo eso q decis en este post... y cuando lo vi a *ÉL* literalmente temblé.
Es tan emocionante tener a alguien a quien mirar, esperar, buscar, encontrar, acosar. Una obsesión es siempre divertida.
Besos =)
la macanaes cuando unose pone nervioso y no sabe cómo ctuar y siempre l termina arruinando.
me pregunto si el anónimo es el mismo... nati: qué bonito es temblar no?
Creo que el anònimo no es el mismo.
Había olvidado que se siente...creo que tiemblo, pero no recuerdo muy bien.
Lindos son esos afanes...suerte de los menos complicados que pueden sentir fácilmente eso que llaman amor.
BEsos Marianita!
uyyy... es terrible cómo a pesar de ser supuestamente grande, se retrocede hasta la adolescencia al sentir esas sensaciones... estan buenos esos matizes de la vida. Muy interesante el blog, pasaré más seguido por aquí, un abrazo
saludos che! ojala sigas con el proyecto de cocina...
Es lo que yo senti al ver a Francisco y desde entonces siento un vuelco en el estomago que me emociona y me hace temblar cuando esta a mi lado.
TE AMO MUÑEQUITO y bien lo sabes heee.
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