jueves, agosto 18, 2005
Ví un par de cortos, leí un par de cosas, pensé mucho en los viajes, en Mongolia, en los otros que viven una realidad lejana a la mía. La francesita que está al frente mío tiene lindas manos, finas. Hice tacos, conocí a un amigo de mi hermano, hizo frío, esperamos una computadora. Mis pies están encerrados en un par de zapatos finos pero torturantes, hay posibilidades de dos películas, hay estreno de una peli-cómic. El primer corto fue de 15’, muy violento, unas cuchilladas sin moraleja, una violencia gratuita que no me dejó nada, el segundo fue una ternura, canciones de un chico que conozco, video stop-animation, sobre enamorarse. Creo que estos extranjeros que asisten a clase deben sentirse algo frustrados por el nivel, hay mucho de hablar sin decir nada, hay mucho pontificaje. Tengo ganas de algo dulce, desde los tacos que no como nada, y sólo puedo pensar en la zanahoria esa que mi hermana encontró en la heladera, la medimos y todo, medía 22 cm. de largo por 5 de diámetro, “como un caballo” “como un negro” como algo que nunca conocimos o no estamos dispuestas a admitir que conocimos. Me río, me pregunto cómo estaremos con mis amigas de maestría, seguro vamos a tomarnos un café en el recreo, yo no pienso volver, hay unas películas esta noche que no pienso perderme. Justo escoger estos zapatos para traquetear, un desastre. La francesita no es tal, acaba de preguntar algo en el argentino más acabado. Terminamos. Vamos al café ahora, Cechi otra vez con esa ropa, esos zapatos puntiagudos. Siempre terminamos hablando de tipos, mientras los compañeros nos miran, siempre está eso de que desean desean desean. Me comería un sándwich, de lo que fuere, pero sólo tengo para el café. Por suerte la película es gratis, alucino con tanta exposición gratuita, no podría bancarme esta ciudad sin eso. Uf, me duelen los pies, cómo diablos haré para llegar hasta el cine no sé, y volver. Mierda, todo por no tener medias limpias, sólo esas pegaditas al cuerpo que no soportan zapatos cómodos. La primera película es sobre Bolivia, una cantidad de emigrantes impresionante, también argentinos “conscientes”. Sobre Peace Corps, la esterilización forzada, Torres, la ayuda extranjera y el control de futuros guerrilleros. Sanjinés acabado, diría. Una pena no poder opinar, una abre la boca y le recuerdan que es mujer, que es menor, que en mi país no se habla, no se opina, se impone. No todos, pero casi, debería callarme. La segunda, estos zapatos y yo corriendo para hallarme con mi hermano y ver la segunda. Ciudad pecadora y estética blanco, negro y toques de color, violencia otra vez. Esta vez no es tan gratuita, pero sí artística. Joder con lo artístico, las mujeres eran todas putas, dueñas de su cuerpo, de su destino, no siempre dueñas de las armas que determinan su supervivencia, la voz en off no era uno de los mejores recursos, la expresividad del cómic de base fue un acierto mayúsculo. Me saqué los zapatos un par de veces, igual sólo me dolerán realmente cuando llegue al apartamento. No comí nada, a estas alturas es mejor fumar un cigarrillo, sino no podré dormir, y al carajo el día que se viene. Cocinar, comer, conocer mejor a la no-francesita que resultó ser del Paraná, todos los chicos detrás de ella, obvio, si con nosotras ya saben que o no funciona o ya se acabó. Porqué será que en todos los grupos terminan todos acostándose con todos, encima nadie habla de eso. Mañana, cocinaré algo sin carne, que se aguanten, no se puede manducar bichos muertos a diario. Está Chiche Bombón, quiero ver a esa mina actuar de beba grande, las fotos prometen, el texto promete. Espero que sea gratuita, ojalá no sea para poner el corazón contra la pared, sólo quiero imágenes inundándome la cabeza, hasta la siguiente vuelta, hasta encerrarse otra vez, hasta desear no vivir y sólo sumergirse en cortes de planos, en luces saltando, en esos rostros, en las voces que te retrotraen a lugares ocultos de la memoria visual. Mañana ya podré ponerme mejores zapatos, si el sol, la luna, el frío no me joden la ropa en el colgador. Ojalá.
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6 comentarios:
llamas...caballos...cafe...
que hermoso es todo
perdido! K, sé que anda ocupado ud, menos mal q aparece por el blog
Voy tarde paseando por acá, pero me quedo disfrutando de tus palabras y esa inercia descontrolada que siempre me ha gustado en los textos.
q gusto almada...
ya me tienes por aquí querida,
andaba de paso y me quedé hojeando.
buena cosa tu...
ya estaré más seguido par ici.
mientras, un abrazo
a.
linda! te extrañoooo
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