Hotu Matua no se imaginó que iba a morir allí, cuando la tormenta lo depositó en sus arenas. Los doscientos polinesios en éxodo que conformaban su desesperado séquito, tampoco.
Nadie se imagina dónde exactamente va a morir, ni qué obsesiones heredarán sus hijos.
En Rano Raraku, decían que tan absurdo como saber el futuro, era pretender adivinar a dónde miraban los moais. De espaldas al mar, nueve cientos de éllos miraban al cielo, las orejas largas, escuchando el gemir de quienes los esculpían, en la absurda cantera de Rano Raraku.
Cuando el hambre pudo más que la costumbre, los Orejas Cortas mataron a los Orejas Largas, y tiraron a los moais de bruces al suelo, con los ojos arrancados. Ese fue su triunfo, después de haber hecho, hambrientos, un moais por año. Por casi mil años, Hotu Matua, tus hijos marcaron su encierro y tu obsesión.
Después, el mundo no se hizo esperar mucho. En botes llegaron para tomar a sus mujeres, para secuestrarlos, para llevárselos y devolverlos con lepra o sífilis. Casi al final, volvieron al curioso número de doscientos.
Así pasó en Rapa Nui, isla pequeña, en el abrir y cerrar de ojos de un milenio.
10 comentarios:
Mariana...interesante texto, saludos desde el otro lado de la noche
Yo
saludos ganjartek, felicidades por el libro...
Hi,
Very nice blog..
Did you visit my blog??
Have a nice day
Buen día -y noche-.
Tu relato me recuerda a lo que ocurre, en muchas partes del mundo, desde hace mucho tiempo.
Me gustaron los nombres.
Un gran abrazo para tí.
iorana!
es un saludo en rapa nui.
no me acuerdo cómo escribir
las demas palabras...jeje.
un abrazo, majatu (eso es corazón)
a.
verdad que sabes eso! un beso jermu
oswaldo, saludos
el hobici creo q es un virus, pero como es educado, lo dejo ahí, cuidado con hacer clic!
Muy bueno tu blog.Que haces en Francia?.
Saludos desde Chile.Visita mi blog
gracias jorge... qué te hace suponer que estoy en Francia?
Tiene algo que ver con Bionicle?
uh?¿
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