martes, abril 04, 2006

el amado

Soñé con el amado. Lenta, reflexivamente, esas palabras vienen a mi boca, al instante de despertar. Es mi constatación lenta, mínima aunque firme: eso es lo que resume los periplos de mi noche. Una sola frase, y el destello de sangre y sudor que aconteció entre sueños. Caminé con él, calibrándolo. Y mi certeza marcó al instante más allá de toda duda posible. Esta vez, no he sido yo quien te ha escogido. Está bien así. Tú tampoco supiste bien porqué yo y no otra. Inescrutable el designio, queda la sensibilidad, acaso extrema: bien está que yo sea tuya, puesto que no puedo basarme en otra desazón para saberte mío.

2 comentarios:

flacazul dijo...

soñe anoche que lo besaba
y desperté con el sabor de
sus labios en los míos...
hace tanto que no saboreaba
un sueño como anoche.

bueno hermana.

Mar dijo...

linda, sin palabras estos días para tí, sólo azul y collares rojos...