Mi mundo se ha dedicado a repetir, en un circuito infinito e invariable de representaciones, el ciclo de enfrentamiento entre el ser libre y la nada opresiva, entre el algo que se enfrenta al todo, lo que llamamos devenir y que conforma esas tres o cuatro emociones básicas: humor, pasión, esperanza, miedo a la muerte.
Amor/Odio. Eros/Thanatos. Dualidad.
Quizás lo repetimos así porque no acabamos de entenderlo.
Cuando agotemos todas sus posibilidades ¿dejaremos de ser? ¿O, simplemente, mudaremos de fase, hacia un mundo que prefigure algo más que 10101010101, capaz de incorporar una trialidad, una multiplicidad de factores interconectados, más allá de lo binario?
Sin duda, como los sospechó Wittgenstein, el lenguaje no alcanza a describir esta posibilidad: se queda en la ilusión de poder ver al otro lado del límite, tan sólo por el hecho de reconocer ese infranqueable borde como tal. (¿O venimos de ahí? ¿El aymara, las lenguas signadas por la triple posibilidad –sí, no y algo otro, impreciso, en el medio- no son fósiles vivos, residuos, de esa otra percepción de la realidad? ¿De ese otro mundo?) Mi sangre, mi muerte, doy, a cambio de ojos de vidente, para ver más allá de mi sospecha. Yo, la intempestiva, deseo abrir esa puerta, destrabar esa caja, morir por curiosa, pero un instante antes ¡saber!
6 comentarios:
Existen ciertas verdades que hay que creer simplemente, después de intuirlas, sin llegar a comprenderlas plenamente.
Te estarás acercando a una?
acercarse, intuir, no es igual a saber... aunque la lateralidad de ciertas metáforas apunte en la dirección correcta, saludos!
En el mundo cuántico las fronteras entre el ser y el no ser no están definidas, pero el pensamiento, la lucidez, es un fenómeno complejo y macroscópico y colapsa, bascula, hacia un estado definido.
Tal vez sólo en la literatura, en los sueños o en las montañas de la locura podamos vislumbrar la engañosa? realidad de otros estados.
Acabo de leer una novela sugerente: ZIGZAG donde sí aparece, congelada en el tiempo, otra sabiduría inquietante y cognoscible, pero esto es casi ciencia ficción.
Un saludo afectuoso.
mucho gusto ibero, me hubiese gustado leer ese libro, igual, los libros te encuentran...
si encuentras los ojos de vidente me avisas? mientrastanto yo apostaria por el 101010101 y me tomo una taza de te
limón! qué onda con el tecito?
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