Me mira, los ojos le brillan como si ya me tuvieran dentro. Y yo me quedo quieta, como cazada, sin atreverme a moverme ni corresponder, de sùbito envuelta en la cristalina pared de esa mirada; como una criatura fragil o alborotada, detenida de pronto.
Mi mundo confinado al cerrado entorno de ese instante, solo me resta observar: quién sabe por cuanto tiempo mi alma sabra mantener su pausa, yo-sobre-grava-sobre-verde, antes de desesperar y agitarme toda, reaccionando ante ésa, la soberana percepcion de quien me embarga.
La temporada ha empezado.
3 comentarios:
Buen día, mar,
siempre disfruto de una parte de tu pensamiento, que se expresa en lo que escribes.
Un gran abrazo de parte mía.
Maravilloso texto y uno piensa en la temporada...
hay algunas creaciones que te tocan un preciso dia de la vida y cuando lo hacen te mueven el piso y te hacen sentir mariposas...hoy al leer, me toco a mi !
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