domingo, julio 22, 2007

suspendida


Dentro de mí no puedo respirar. Algo se me envuelve y atraganta entre el vientre y el estómago. Gira, pesado, me fatiga el habla y la respiración, me hace lenta. A veces intenta salir todo de golpe, como un mareo, otras, parece aposentarse, decidido, en el fondo del estómago. Al final, regurgito una hebra fina, delicada, por la comisura de mi boca: está hecha de palabras. Con ella tejo mis mañanas, y equilibro, cuidadosa, cada uno de mis puentes, ésos que me conducen de un sueño a otro, sin caer, sin retenerme. Como Clarice, la otra araña, construyo, urdo mi tela. Concibo cada una de sus frases. Sus perladas esquinas. Sus estructuras sólidas. Camino, así, sobre mí misma, falta de aire, en los ocho ojos todo comprendido. Como Lispector, la otra que teje, suspendida.

2 comentarios:

Albanella dijo...

Y es que dentro de mi misma tampoco puedo. Sólo dentro de tus palabras, entre ellas, lo hago. Dentro de las mías salen suspiros fugaces, no respiro sino sueño. Entre las tuyas y las mías es este el puente cual hebra fina flotando sobre un mar blanco.

Y es que dentro de mi misma sólo están las palabras, mas las uniones vienen con el viento y sólo de él puedo respirar.

Hermosas composiciones salen de tu vientre. Un beso grande...

Mar dijo...

albanella! chucha, te estuve buscando, me encantò este comentario y se borró sola mi respuesta, a veces pasa. Un abrazo muy fuerte