jueves, agosto 04, 2005

miedo

Me preparo. Lentamente, con aceites, perfumada, entre cortinas. Ante mí, mi otra yo: me mira, preguntándonos. “No tengas miedo” me-le digo “Ah, pero siempre hay que tenerlo” me susurro.
Lo sé, no me desmorona saberlo. Me reviso, la piel tersa, las uñas azures, la boca tiza. “Aùn falta” me dice mi otra yo, collares, pendientes, adornos, encajes, cabello. “El estado del corazón es el que me preocupa” me-le digo. “y el de las entrañas” me-me dice, los ojos brillando.
Está oscuro y tibio, no se avizoran hombres-pájaro, tampoco lobos. El bosque está limpio de ausencias, los brazos no abrazan. “¿Tus manos?” me pregunta mi otra yo “¿Tus sueños?”.
No sé si estoy lista, no sé, simplemente.
Las historias, los celos, las tristezas, la Dama Sola Silente, las lunas, las noches, los días, las ambiciones. Todo un orden, todas las vidas, todos los hombres.
“El problema” ¿me, le digo? “son los hombres, él es un hombre”. “Eso son excusas” me- me digo, me- me dice. Sola, frente a mí, me miro.
No se aún si abriré la puerta.
(invierno)

1 comentario:

Anónimo dijo...

waw!... suspiro... me-me dices...