domingo, septiembre 18, 2005

El vestido

Hace sol y camino por la calle. Es domingo y el centro se esfuma entre miles de ausentes decididos a no atormentar el manzano donde vivo. Aquí arriba hace calor y estoy de rosa, con un vestido que recuerda a todos (incluyéndome) que esta flaca es de clima cálido. Bajo a comprar el periódico, a devolver un DVD, a comprar pan y dulces para el mate de las cinco. Ya no soy la niña tonta que sale de mini y tacos altos sin saber qué es lo que provoca. Pero tampoco he llegado al punto de cambiarme el atuendo por el mero hecho de que este vestido sea pegado al cuerpo y corto de faldas. En ese saludable punto medio –de edad, digo- a las 4 de la tarde, salgo y camino el circuito de tres cuadras kiosco/video-rent/panadería. Soy consciente de que, a pesar de toda precaución, aún siendo día de poca densidad poblacional, un accidente vial es posible. No por nada a caperucita feroz le ha pasado un par de veces. Como bien dice Orlando al volverse mujer, los hombres dominan el mundo, pero igual pueden matarse por vislumbrar un trozo de piel femenina fuera de lugar.
Insisto: el ser consciente no implica hacerse cargo de la culpa. Cinco silbidos, un choque y una discusión de pareja después, estoy de vuelta en mi nido alto. Mi hermana me ve entrar, cargada de diarios y golosinas, un abarrotado ekeko rosa. Si sabe, no me dice nada. Se limita a mirarme de arriba abajo. “¿Hace calor?” “Está lindo” “¿Algo en el diario?” “Elecciones” “¿Mate dulce o amargo?” “Dulce, pero con miel” y así. A la noche nosotras no veremos los policiales ni los choques de la tele, creemos en la familia que es de mal gusto.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo blog... saludos desde Santa Cruz

Mar dijo...

hola! me gustan tus iniciativas...

lucian de silenttio dijo...

me gusta; yo amargo: por favor.

flacazul dijo...

eso t-bone, mate amargo siempre hermana, o es que ya no te acuerdas como lo tomo yo?... y espero encontrar algo salado entre las golosinas, no soy mujer de dulce.

flacazul dijo...

aaa... y guarda con la maldición turca! abrazos.

Mar dijo...

uh hermana mía, sufrirías en esta ciudad atestada de dulce de leche y azúcar en polvo y chocolate barato. Eso sí, criollitos salados! y mate con miel, ultimamente yo...

lucian de silenttio dijo...

gracias por el apoyo flacazul; mar como lo pinta no parece atractiva esa ciudad: ¿no lo es?

lucian de silenttio dijo...

muy bueno el cambio

Mar dijo...

t-bone, es de muy mala educación hablar pestes de una ciudad extranjera, pero me dicen que todas las ciudades son desangeladas... y bueno, lo que sí es: monotemática... triste triste... gracias por sus visitas

Anónimo dijo...

Si colocaras alguna foto de esa marea vestida de rosa, habría atascos circulatorios en el blog... y más lectores amén de videntes ;-)

Mar dijo...

ibero! se te extrañaba por aquí...