La realidad es una perra que se esconde y se lame las heridas,
producidas por tanto perro empeñado en traer más canes al mundo. La
realidad admite los dolores y no se queja, se queda a mi lado
procurando atenuar las hinchazones, los mordiscos, se apresta igual y
de todos modos a traer más perros y más perritas solapadas a este
mundo, el mejor de los mundos posibles. No se trata de impedir la
vida, parece decirme, se trata de poder al fin traerla con un poco de
dignidad. Triste mensaje, que parece derrotado desde ya. ¿Cómo
continuar la lucha? La respuesta vendrá con mis hijos, me dice. Hijos
que sabrán olvidar los rencores y las prisas, que sabrán amarse sin
tanto jadeo y tanta violencia. Nosotras también parimos hijos,
prometimos no ahogarlos como a machos, prometimos enseñarles desde la
cuna a ver con otros ojos. Todos son jóvenes, todos son niños, y andan
por este desierto jugando con las ramas y aprendiendo a vernos como
las que somos. Aquellas que decidieron que hay y existe en
construcción una historia perfecta y posible.
Que el sol brille para todas, desde las cuevas del este medio,
La vocera, que habla esperando ser escuchada.
6 comentarios:
La realidad, maldita perversa que juega y nos jala la pata para que duela, la tengo aquí espiando mientras escribo, la realidad me trae hambre, sueño, dolor, amor, y sobre todo un manto negro sobre el cual mi corazon late.
La realidad...puta que jode, mejor me voy e invento mi ficción.
Eso sí, los hijos te ayudan a resistirla y le ponen color de arcoiris a lo que pasa en ella..
aún no tendré hijos, pero recordando mi niñez, coincido contigo Paul
hijos? alguien dijo hijos? no quiere aguar sueños, ni nostalgías, pero a este mundo habrá que traer niños, tu niñez quizá fue "color de arcoiris" y quizá la tuya también, pero en el mundo actual, no creo sea de esa manera, quizá lo veo dramáticamente para algunos es realismo, para otros pesimismo, en fin, le ponen tantos adjetivos; la niñez y los niños, la realidad y los niños; si algo comparto es "invento mi ficción" ficción, quien dijo que era ficción? acaso uno no lo está ya viviendo?
t-bone querido, no te entendí mucho. Creo que aún tenemos el derecho de guardar a los niños, no de "protegerlos" de la realidad, ojo, pero de mostrarles el costado brillante de la vida...
Yo no tengo hijos, pero sí un "ahijado" al que trato de proveer desde la lejanía. Su realidad, la de su país, limítrofe a tu infancia, ahora no es muy brillante. Pero el futuro, y el futuro son los niños, siempre invita a la esperanza.
ibero, estoy de acuerdo, aunque eso de que sólo heredan lo que nosotros mezquinamente podemos darles me llena de miedo
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