sábado, junio 11, 2005
Los caminos
La primera vez que dejé a alguien porque lo decidí yo, lloré. No me pregunten las razones, sólo intuía que lo hacía apostando a un futuro que todavía no existe pero se acerca, dejando atrás a alguien que prometía acompañarme en el camino. Los caminos. El mío está signado, no insisto ni insistireís vosotros. Ni la astrología, ni el brujerío de las que leen el deseo ha sabido decirme otra cosa: “Naciste para el desapego”, “Aprenderás, en esta vida, a dejar y a ser libre”. No voy a llorar por eso, hoy también abandoné yo. Pero no puedo evitar recordar las lágrimas que se me agolpaban en los ojos, por ese callejón - cercano al pueblito chichero que tú sabes- la primera vez que perdí a una persona maravillosa.
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